Como las palabras partidas con pan
Tiene la vida de las palabras que hacen soñar,
Mal vestida y con harapos prefiere las esquinas,
Aunque algunos la malvendan en las tiendas del bienpensar,
o haya quien piense que es un poco, un poco distraída.
En tiempos como estos de ocio y descontento,
deambula como un indiscreto interrogante,
más no puede ser un producto de comercio,
ni ha de bailar con el primero que la llame.
La solidaridad no es una terapia
para andar por casa,
es el clamor de la humanidad,
pidiendo su turno de palabra,
pidiendo su turno de palabra.
Su casa es lo pequeño y nuestro de cada día,
lo que vela el sueño paz de lo esperado,
el cielo que ensancha el mar de tu triste vida,
y no olvida lo que en la prensa, siempre está olvidado.
Tiene el calor de las palabras partidas con pan,
cualquier día la ves cantando en cualquier calle,
hasta lo necesario para vivir te pide dar,
sabe que mañana siempre es un poco tarde.
La solidaridad no es una terapia
para andar por casa,
es el clamor de la humanidad,
pidiendo su turno de palabra,
pidiendo su turno de palabra.
La solidaridad no es una terapia
para andar por casa,
es el clamor de la humanidad,
pidiendo su turno de palabra,
pidiendo su turno de palabra.
Texto: Antonio Caballero
Música: Álvaro García