Permitidme preguntar por la felicidad
En tanto que aprendemos que la vida no es el sol,
Ni la Luna sino horizonte,
Brebaje de esperanza y duda,
Armonía destrenzada,
Aurora y noche,
Corazonada de la memoria de los hombres.
Brisa, floresta, la vida respira,
en tanto que respira la vida.
En este siglo que no trae ninguna paz,
solo permitidme una palabra:
Quiénes y desde dónde
nos organizan la felicidad.
Vienen con el mensaje del tiempo Único,
dictando lo cotidiano,
breves gestos y maneras,
es el fin de los preceptos,
tan superados,
en estos días de pensamiento globalizado.
Ciegos y sombras habitan los sueños,
y ningún sueño es el sueño.
En este siglo que no trae ninguna paz,
solo permitidme una palabra:
Quiénes y desde dónde
nos organizan la felicidad.
Son los dueños de la palabra,
del silencio que no encuentro,
ajenos al desarraigo,
libres de nada y todo,
no buscan lo bello,
que no es de oro,
sino desierto de luz entre los despojos.
Mitos ocultos, de la historia destierran,
todo aquello que no es compraventa.
En este siglo que no trae ninguna paz,
solo permitidme una palabra:
Quiénes y desde dónde
nos organizan la felicidad.
Texto y música: Antonio J. Caballero